Hijos de la tierra de Vivaldi y
Da Vinci haciendo cultura en Bolivia
Por Elías Blanco Mamani
Salvietti, Figliozzi o Gismondi, son apellidos notables en la historia empresarial boliviana, a quienes se les reconoce su labor pionera en el país. Pero también están los Agazzi, los Amoretti o los Cotta, quienes aportaron al fortalecimiento de la cultura boliviana en las ramas que ellos traían por especialidad ya en el cine, la ilustración o el terreno educativo.
Para muchos de los bolivianos, lo italiano sólo se asocia con los misioneros religiosos (el Vaticano tiene su gran fuente de recursos humanos en ellos) y es que no sólo las iglesias contienen ese acento típico latin, sino nuestras escuelas. Sin embargo el tiempo ha permitido abrir la gama de hombres y mujeres que desde la tierra de Leonardo Da Vinci llegaron a Bolivia para trabajar en los distintos campos, ya no en términos de adoctrinamiento, sino de compartir su arte. Por ello hoy tenemos una larga lista de italianos en las páginas de la historia cultural boliviana, algunos de los cuales reseñamos a continuación.
PAOLO AGAZZI SACCHINI
Cineasta. Nació en Cremona en 1946. Tras estudiar en su país llegó a Bolivia en 1976 y se integró a la Empresa ‘Ukamau’ que dirigía Antonio Eguino. Hizo de productor ejecutivo y ayudante de dirección de Chuquiago (1977). Dirigió el Taller de Cine de la UMSA (1979-1980) y el Taller de Cine ‘Ukamau’ (1980-1981). En recientes años estableció su propia productora bajo el nombre de ‘Pegaso’, con asiento en La Paz. En 1991 Agazzi manifestó: “Yo soy italiano de nacimiento, pero como cineasta me considero boliviano cien por cien. Toda mi actividad profesional empezó y espero que siga acá”. Ha dirigido los largometrajes: Mi socio (1982); Los hermanos Cartagena (1985); El día que murió el silencio (1998); El atraco (2004); Sena quina (2005). También estuvo a la cabeza de los cortos: Hilarión Condori, campesino (1980); Abriendo brecha (1984).
V.M. ALTISSIMO
Muralista italiano. Residió en la ciudad de La Paz hacia el año 1905. Pintó murales en la Cámara de Senadores del Palacio Legislativo de La Paz, y en el Teatro Municipal de esta misma urbe empleando la técnica del fresco.
AMILIO AMORETTI CASSINI
Dibujante e ilustrador. Nació en San Remo en 1889. Llegó a Bolivia en 1922 y se estableció en La Paz. Sus primeras ilustraciones están en el libro Bolivia en el Primer Centenario de su Independencia (1925). Falleció en la sede de gobierno en 1950. En 1947 ilustró la publicación oficial del Himno Paceño; en la presentación de esta obra Amoretti escribió: "El culto que profeso hacia todo lo que constituye la luminosa tradición histórica del pueblo y los lazos familiares que me vinculan a vuestra cautivante tierra, me ha inducido a formar esta pequeña obra /.../ como palpable demostración de simpatía y afecto a la ínclita ciudad de Murillo que, desde hace casi un treinteno, me cobija generosamente en su seno".
LUDOVICO BERTONIO
Filólogo y religioso de la orden Jasuita. Nació en Ancone en 1552. "La obra capital para el aymara es la del padre Ludovico Bertonio", sostienen los esposos Mesa-Gisbert en su libro Historia de Bolivia, al referirse al conjunto de los libros que éste había publicado, muchas de ellos no sólo para entender y traducir el idioma aymara al castellano, sino con en fin de hacer del mismo una herramienta para el adoctrinamiento de los nativos del nuevo mundo. "Para captar algo de la importancia de Bertonio, diremos que su obra de hace más de tres siglos no ha podido ser superada, y que todos cuantos deseen escribir sobre el aymara deberán consultar la obra del italiano", concluyen los esposos Mesa-Gisbert. A juicio de Valentín Abecia, Bertonio "ha sido asimilado a la literatura boliviana, porque tuvo contacto directo con este territorio", y efectivamente, el autor vivió en los alrededores del Lago Titikaka, con el fin de aprender el idioma, acción que le permitió gestar sus obras más trascendentales. Falleció en el Perú en 1625.
BERNARDO BITTI
Pintor y religioso. Nació en Camerino en 1548. Llegó a Bolivia (Alto Perú) en 1585 aproximadamente, e hizo un retablo mayor y laterales para la Compañía de Jesús de Chuquisaca. El Museo Charcas conserva una ‘Virgen de los Ángeles’, que ha sido repintada y se la ha convertido en la Virgen del Carmen. En la Iglesia de San Miguel se encuentran ocho de sus lienzos todos de temática religiosa. Falleció en Lima, Perú, en 1610. En criterio de Martín S. Soria "Bitti debe recordarse no sólo como pintor, sino como escultor de gran habilidad. Merece nuestra admiración tanto por la calidad de su arte como por la influencia que tuvo. A través de Pérez de Holguín (el maestro cochabambino) dio un empuje a la pintura boliviana de fines del siglo XVIII".
CLAUDIO CINTI
Traductor y poeta (s. XX). Difusor de la literatura boliviana en su país. Ha llevado al idioma italiano obras Felipe Delgado (2000) y Recorrer esta Distancia (2000) de Jaime Saenz, y Reflexiones maquiavélicas (2003) de Pedro Shimose. Ha escritor un poemario en idioma aymara titulado: Ipapecuana (2005). Estuvo en Bolivia en varias oportunidades.
RENZO COTTA
Educador, difusor del cine y religioso. Nació en Milán en 1925. Se ordenó sacerdote salesiano en Chile (1962), año en que llegó a Bolivia y aquí dirigió el Colegio ‘Don Bosco’ desde 1968. En 1972 inició la serie de publicaciones sobre cine titulado ‘Cuadernos de cine’ cuyo primer número fue sobre el cineforum escrito por Cotta. Falleció en La Paz en 1978. Como reconocimiento a su labor, uno de los festivales que organiza en cine ’16 de Julio’ lleva el nombre del autor.
MARÍA TERESA DAL PERO
Actriz de teatro y cine. Nació en Fernara en 1966. Tras visitar distintas naciones de Europa, llegó a Bolivia en 1992 y trabajó con el ‘Teatro de los Andes que dirige César Brie. Luego participó del proyecto ‘De ciertos habitantes’ dirigido por Claudio Valdés Kuruy (2004-2005), tiempo en que ganó el Premio a la mejor actriz en México (2004). El año 2005 protagonizó la película ‘No le digas’ de la directora boliviana Mela Márquez.
CAMILA NICOLINI
Pianista. Nació en Italia en 1939. Se formó musicalmente en Argentina, a donde se trasladó cuando cumplía sus 15 años de edad. Llegó a Bolivia en 1965 y actuó como pianista y clavecinista en la Orquesta Sinfónica Nacional y en la Orquesta de Cámara Municipal de La Paz. Luego fue directora artística del Teatro Municipal ‘Alberto Saavedra Pérez’ (1987-1989). También trabajó (1994) como jefe de programación de Radio Cumbre F.M. en esta ciudad. Actualmente es profesora de piano del Conservatorio Nacional de Música.
GIUSEPPE PASTORELLO
Pintor y arquitecto de retablos. Nació en Italia en 1573 y falleció en 1606. La poca información de su trabajo la proporcionan los esposos Mesa/Gisbert, quienes señalan que su obra fundamental era el retablo mayor de la Catedral de Chuquisaca, construido entre 1604 y 1607, pero que fue destruido en 1675. También realizó una serie de pinturas notables de su época.
MICHELA PENTIMALLI
Investigadora y curadora de arte. Nació en Asti, en 1953. Estudió en la Universidad de Papua (1973-1978) en que se licenció en ciencias políticas con mención en historia. Tiene una maestría en antropología filosófica de la UCB de Cochabamba. Asistió a diversos cursos sobre cultura boliviana. Ha trabajado como profesora de idiomas y de historia en institutos y fue docente en universidades de de la ciudad del valle. En La Paz dictó clases de teoría del arte en la Academia ‘Hernando Siles’ (2002). Es directora del Espacio ‘Simón I. Patiño’ de esta ciudad desde febrero de 2001.
SUSANNA PERACCHIO
Pintora. Nació en Cerdeña (s. XX). Radica en Cochabamba desde 1987. De formación autodidacta, para su arte emplea el óleo, la acuarela, los acrílicos y la técnica mixta. Sobre su propio arte le comentó a ‘Los Tiempos’: “Pinto mis estados de ánimo, mis mensajes son interiores, espirituales, /…/ esto viene de estados particulares vividos y manifestados. Aquí (en Bolivia), lo que es fuerte es una sensación interior, la tristeza que está dentro de cada uno, especialmente en los nativos, en una tristeza de antaño, quizás por que han perdido su espacio”.
JUAN RICCIOTTI
Pintor. Nació en Italia (s. XIX). Según datos de Mario Chacón, Ricciotti trajo a Potosí un Ecce Homo copiado en Roma en 1897, hoy en San Francisco. Hacia el año 1904 trabajó para esta iglesia pintando un lienzo de triunfo de María Inmaculado y el Pan del Pobre.
MARIO SAIELLI
Ensayista y educador. Nació en Messina en 1870 y falleció el Moré, Beni, en 1951. Llegó a Bolivia a principios del siglo XX. Trabajó de maestro en la Granja Experimental de Guayaramerín, además de otras poblaciones del oriente boliviano. Colaboró con sus artículos a ‘El Diario’ de La Paz y las revistas ‘Moxos’ y ‘Kollasuyo’, en notas que firmaba como ‘Marius’. Autor de los libros: El socialismo en Bolivia (1916) y Estudios críticos (1981). Casto Rojas, en reseña que hace del autor, escribió en 1949: “No obstante de que el admirado y venerado maestro pasa ya los ochenta años, sigue entregado a múltiples labores culturales con inagotable y admirable vigor intelectual, compartiendo sus fecundas actividades entre las tareas docentes del núcleo agrícola y sus investigaciones científicas, filosóficas, jurídicas y literarias, gratas a su espíritu de profundo humanista”.
PEDRO SAMBARINO
Cineasta. Nació en Italia (s. XX). “Sambarino, viajero mágico como Simbad el Marino, llegó a La Paz en 1923, impulsado desde las pampas argentinas por un viento sureño. En todo italiano de principios de siglo vivía un espíritu apto para las maromas de feria…”, así lo recuerda el cineasta boliviano Jorge Ruiz. Efectivamente trabajó en Argentina por más de diez años, especialmente en el norte; allí fue gestor de ‘Salta Films’ y trabajó para el gobierno argentino filmando varios documentales. En La Paz instaló la Empresa Cinematográfica ‘Pedro Sambarino’ y aquí realiza una serie de documentales y noticieros (1924-1926) también para el gobierno en este caso boliviano. Su más importante producción es sin duda Corazón Aymara (1925), basada en la obra teatral ‘La Huerta’ de Ángel Salas. Esta película tiene el mérito además de ser uno de los dos primeros largometrajes bolivianos de ficción. En términos de Alfonso Gumucio Dagron, hasta la aparición de Sambarino, “el cine boliviano se había reducido a los rollitos sin mayor compaginación, sin armado, sin montaje, que filmaban Castillo y Goytisolo. Pero Sambarino, empresario ambicioso, iba a obligar al cine boliviano a profesionalizarse”.
LEOPOLDO BENEDETTO VINCENTI FRANTI (en la foto)
Músico y compositor. Nació en Roma en 1815. Se educó en Europa. Vincenti fue contratado por el entonces Presidente de la República José Ballivián y Segurola, para que compusiera un himno en homenaje al IV Aniversario de la Batalla de Ingavi que se cumplía en 1845, trabajo hecho en base a la letra del chuquisaqueño José Ignacio de Sanginés. El Himno Nacional, que en un principio se llamó ‘Canción Patriótica’, fue interpretado por primera vez en 1845 bajo su dirección. Actualmente el manuscrito autógrafo de este Himno Nacional está en la Biblioteca del Congreso Nacional. Con este mérito fue designado como Director General de Bandas del Ejército. El maestro italiano también participó activamente del nacimiento de la ópera en Bolivia, y es que el 24 de marzo de 1847, Vincenti estrena en el Teatro Municipal de La Paz la primera ópera completa cantada que fue ‘Elisir d'amore’ de Donizetti.
JOSÉ ZAMPA
Educador y misionero. Nació en Agello en 1873, y falleció el 1935 en Sucre. Tras hacer estudios de filosofía, llegó a Bolivia en 1894. Fue destinado inicialmente a las misiones del Gran Chaco (1896-1901). Por razones de salud regresó a Potosí para luego ir a Argentina por la misma razón. Allí tomo experiencia con las Escuelas de Cristo experiencia que reprodujo en Bolivia a partir de 1908. En 1918 participa activamente del Grupo ‘Gesta Bárbara’ junto a Carlos Medinaceli y otros en Potosí. Pedro de Anasagasti lo valoró al decir: “José Zampa boliviano hasta los huesos y potosino hasta los tuétanos es, para mí, la más alta figura social del siglo XX en Bolivia. Si hubiera otro tanto o más que él ¡que lo prueben!”
ZULLI FIORE
Músico, actor y director de teatro italiano. Se formó de manera empírica en viajes realizados por varios continentes. Fundador en Italia del ‘Teatro dell’Orco’ (1989-1994). Llegó a Bolivia en 1995 y trabajó con el ‘Teatro de Los Andes’, para luego refundar aquí, junto a Carla Robertson, el ‘Teatro del Ogro’ en 1996. Ha dictado talleres de actuación y técnica vocal.
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